DIA 23, HOIAN

Hoy ha sido un día de lo más relajado. Nos hemos despertado pronto por costumbre, pero nos ha dado tiempo tranquilamente de desayunar en la terraza del hotel y dar un paseo por la playa de  Cai Dai.
Es tan larga que se pierde en el horizonte y muy muy ancha.
Solo los turistas se acercan a la playa ya que los vietnamitas no son aficionados a la playa porque no leas gusta ponerse morenos, sobre todo a las mujeres, cuanto más blancas mejor.
En la arena hemos descubierto pequeñas huellas que iban hacia agujeros hechos en la arena de tamaños diversos. No sabíamos en principio qué animal podía ser el que los utilizaba, pero al cabo de poco tiempo hemos visto algún pequeño cangrejo que iba sacando tierra de alguno de ellos para ir escarbando.
Paseando hemos llegado a un lugar de la playa donde había barcas sobre la arena. Son unas barcas curiosas, completamente redondas hechas con hojas de palmera y resina.


Qien, nuestro guía, ha venido a buscarnos a las 10 para ir a visitar la pintoresca ciudad de Hoian. Es algo distinto a lo que hemos visto hasta ahora. Se trata de una pequeña ciudad muy cuidada, con casas de una sola planta, extremadamente limpio, comparada con Hanoi y donde las únicas luces nocturnas son los farolillos de seda.
De día pueden pasar las motos, pero no los cohes, a partir de las 6 de la tarde solo bicicletas.

Hemos visitado un pequeño museo arqueológico, una antigua casa del siglo XV en la que vivie una familia y totalmente de madera, el puente de los japoneses,

 una casa comunal china, pero sin duda lo más impresionante ha sido el mercado. Todo tipo de frutas, verduras, carne, pescado, enseres varios y puestos de comida.
Tambíén hemos asistido a un espectáculo de música y danzas folkloricas vietnamitas que nos encantan

Hemos comido en un restaurante junto al río un excelente menú como siempre y luego hemos ido a descansar al hotel.


Por la tarde nos hemos dado un baño en la piscina


 y hemos vuelto al centro a pasear un rato y a hacer unas compras, hasta que Qien nos ha recogido para ir a cenar. El restaurante también sobre el río, con muy buen servicio, muy agradable y con una brisa "fluvial" muy relajante. Hemos comido el menú de rigor, a base de sopa, ensalada de papaya verde, berenjenas estofadas,  cerdo con huevo y pollo con lemongrass. Como siempre con arroz pegajoso y fruta de postre.


De vuelta al hotel hemos invitado a Qien a un café y luego nos hemos tomado una copa esperando la conexión para hablar con las abuelas. Aunque la conexión no era muy buena, hemos podido hablar un poco con ellas y con Marta. Mientras actualizamos el blog, se ha conectado Angel que está en clase. Como no puede hablar, hemos conversado a través de mensajes.
 Son las 12 y nos vamos a la cama.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola chicos, nosotros ya hemos vuelto de Austria, espectacular, pero nada comparado con vuestro viaje.
Vaya trabajazo lo del blog, me teneis impresionado, fotos, mil detalles, en fin, un curre.
A partir de hoy os ire siguiendo.
Os diría que disfrutaseis del viaje, pero es evidente que estais fenomenal.
Por cierto, vaya organización. Si me voy a un viaje parecido, que me lo organice Elena.
Ah, y hemos jugado al curling!!
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me encanta el hotel, por las fotos parece que está muy bien cuidado! un beso. Marta

Publicar un comentario