DIA 15, AVIÓN

Nos despertamos a las 6 de la mañana, tenemos las maletas listas así que, me tomo mi primera pastillita, nos duchamos, nos arreglamos y nos marchamos del hotel.
Cogemos el tren al aeropuerto y antes de darnos cuenta ya estamos allí.
En el aeropuerto empezamos a entender lo que significa viajar con la Singapur airlines . Cuando llegas a los mostradores tienen a una persona que ya te pregunta muy amablemente si vas a volar con ellos y te indica al mostrador al que debes acudir. Mas adelante nos daríamos cuenta de que la amabilidad y el buen servicio es una insignia en esta compañía
El vuelo se retrasa una hora y media y yo ya voy empastillada….eso de tener que esperar me pone de los nervios. Angel dice: “y no esperar también”
Finalmente embarcamos . Nada mas despegar la azafata pasa con unas toallitas mojadas y calientes que va sirviendo con unas pinzas y que una vez usadas vuelve a retirar.
Al cabo de un momento nos pasan una carta con los menús del viaje, los auriculares y nos sirven el primer tentempié, vamos que nos dio el tiempo justo de llegar a Milán.
Allí se suben los siempre escandalosos italianos y por fin despegamos,
El viaje no es muy tranquilo, de vez en cuando las azafatas se dirigen a los pasajeros : fasten your seat belt ….y ya la hemos cagado, otro ratito de movimiento.

Versión Angel: no ha sido para tanto,…
Los asientos son muy anchos y cada uno tiene su propia pantalla con una infinidad de actividades; música, cine, y juegos… aquí yo aluciné, están todos los juegos de zone.com con la ventaja de que lo juegas a pantalla completa que mas o menos es del tamaño de un Netbook así que…..aluciné.


Estábamos muy preocupados por el retraso ya que nuestro enlace con el vuelo a Hanoi era muy justo pero antes de embarcar ya nos avisaron de que, en principio, en un vuelo tan largo recuperarían parte del tiempo perdido y, si aún así, al llegar había problemas, el personal de la compañía nos esperaría para ayudarnos en todo momento.



Poca cosa mas hay que contar del vuelo, solo que la comida fue buenísima, que no pararon de servir cosas y que la amabilidad de las azafatas es extrema, por lo demás, hicimos lo que pudimos para intentar dormir….a veces incluso lo llegamos a conseguir. Antes de despedir el día y el vuelo, nos dan el desayuno…..tallarines! Entre otras cosas, claro



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